En el mundo actual hay muchos casos de soledad, lo que más se recomienda es que se consiga una mascota, como por ejemplo un Gato. Éste se destaca por su delicadeza, suavidad, su carácter relajante, compañero y cariñoso. Puede ser la mascota ideal para cualquier persona desde un niño hasta personas mayores.

Su gran capacidad de adaptación le permite vivir en casas con espacio abierto o en un departamento de ciudad y sus mantenimientos no son tan excesivos como otras mascotas.

 Si bien es un animal independiente, disfruta de nuestra presencia y amor, incluso llegan a querernos tanto que resulta asombroso, nos aportan ternura y companía diaria, otra visión del mundo, una no tan terrenal. Incluso pueden brindarnos mucho tiempo de risas y diversión si le damos juguetes para que juegue o bien si jugamos con él.

También nos da la posibilidad de cuidar de un ser que nos necesita, que busca el calor que le podemos brindar dándonos un sentido de importancia y utilidad. Mucha gente enferma está depresiva al sentirse disminuida por su estado, se sienten capaces de hacer nada, pero tener un gato u otra mascota les demuestra que no es así, que pueden cuidar de alguien que no le interesa nada más que recibir afecto y cuidados sin importar si la persona está o no enferma. Esto ayuda, también, porque debe moverse para atender a la mascota evitando así llevar una vida sedentaria tirada en una cama o sentada en una silla todo el día.

 Hubo casos de personas que intentaron suicidarse pero recordaron a su fiel mascota - en algunos casos porque maulló, porque tocaron con su patita a su amo - y pensaron... ¿Quién lo cuidará? Entonces al notar que todavía tienen a alguien que los quiere y que necesita de ellos y que sin su presencia estaría realmente triste y mal, cambian de idea evitando la desgracia.

En un mundo donde la gente parece ser reconocida únicamente haciendo grandes logros o siendo famoso, un Gato u otro animal nos dan su aprecio más allá de todas esas "cosas" de los Seres Humanos.